"Para tener autoridad frente a otros hay que tener primero autoridad para sí mismo. Practicar diariamente el ponerse pequeñas "pautas" a uno mismo, para cumplirlas a "raja tabla". Eso logrará que uno se vaya amigando con esa propia rebeldía que se refleja en el otro que actualmente no nos hace caso. Ese otro es un maestro para nuestro progreso espiritual"
Ejemplo de maestros espirituales: los alumnos "problema" para un docente.